Soy un investigador de la Agencia Internacional de Justicia, fui enviado por la dirección Japonesa a la zona de guerra, para recoger evidencia sobre la masacre Encontré muchos cadáveres a mi paso .Mientras estaba recolectando pruebas vi uno aplastado por una biga de acero, en su mano tenia un libro, lo sostenía con mucha fuerza , como aferrándose a un pedazo de su historia.
Lo que está escrito aquí, lo encontré en el diario de aquel muerto desconocido:
“25 de Septiembre de 3452.
Ya los recursos se acaban y el enemigo ha logrado romper el segundo escudo. Hemos tenido muchas bajas de nuestros mejores guerreros. Nuestros aliados nos han abandonado, nuestras flotas marítimas han sido destruidas y somos muy pocos para contra atacar, solo nos queda rezarle a Kratos y esperar sus favores, para que el contra ataque funcione y ganemos la guerra o sabremos que hemos fallado. Soy Raúl, el general de las fuerzas aliadas. Estamos esperando a la cruz naranja para que efectué los rescates y el levantamiento de los cuerpos, el olor es insoportable, tenemos que usar máscaras de oxígeno para no contraer cólera. Ya han pasado tres meses desde la ultima batalla, ha habido muchos muertos por culpa de la epidemia ”
Luego de leer, me dispuse a continuar mi camino pensando en lo que estaba escrito, mientras me dirija a casa y vi un periódico, colgado en el mostrador de el ultimo almacén en pie. El titular decía: “Finalmente se firma tratado de cese al fuego entre Moldavia y Baba” y pensé
“¡Que alivio!¡ Ya no hay guerra!”
Y proseguí mi camino.
POR JUAN DAVID VILORIA
GRADO 9
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